Todo lo que debes saber sobre el bullying: claves para identificarlo a tiempo
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¿Reconoces las diferentes señales de alarma para identificar situaciones de acoso escolar o bullying? ¿Sabes identificar los diferentes factores de riesgo que pueden precipitar contextos de acoso escolar o bullying?
Ante el aumento de la prevalencia de acoso escolar o bullying en los centros escolares, se están llevando a cabo campañas de prevención y detección temprana para reducir lo máximo posible el número de casos.
En este artículo conocerás qué es exactamente el acoso escolar o bullying, los diferentes tipos que existen, las consecuencias en el agresor y en la víctima, y las estrategias de intervención más utilizadas.
¿Qué es el bullying?
El acoso escolar, o más comúnmente llamado bullying, es la condición de exposición a situaciones de hostigamiento o malos tratos por parte de un abusador o agresor sobre la víctima, en el contexto escolar. Estas situaciones suelen darse por parte de un individuo o un grupo de individuos de manera reiterada y progresiva, empezando con simples burlas, hasta aumentar la gravedad de las provocaciones. El acosado suele desarrollar una serie de secuelas psicológicas o traumas, los cuales pueden repercutir en su futuro desarrollo académico y personal.
El bullying puede darse en diferentes lugares dentro del contexto escolar, como puede ser el aula, el recreo, los pasillos, el transporte público o, incluso, a la salida de la escuela. Por ello, es importante estar pendiente no solo del alumnado dentro del aula, sino fuera de ella.
Numerosas investigaciones han estimado una prevalencia aproximada entre el 15% y 50% de niños/as y adolescentes con probabilidad de haber sido víctima de bullying. Existe también cierta vulnerabilidad a sufrir bullying en la etapa escolar, siendo las víctimas más expuestas las que pertenecen a colectivos minoritarios o las que son percibidas por sus acosadores como “diferentes”.
Tipos de bullying
A continuación, diferenciaremos los distintos tipos de bullying que más suelen utilizar los agresores:
Bullying o acoso verbal
Se identifica con la utilización de insultos, vejaciones, amenazas o palabras desagradables en contra de la víctima, que es atacada por su condición física, económica, étnica… Es el tipo de bullying más recurrente.
Los niños/as víctimas de acoso verbal pueden mostrar inseguridades, baja autoestima, mostrarse ausentes o tener cambios en su conducta habitual, entre otras manifestaciones.
Bullying o acoso físico
Se caracteriza por conductas agresivas por parte del acosador, como dar empujones, patadas, escupir, golpear… En la mayoría de los casos, los/as niños/as no cuentan lo sucedido a sus padres, pero éstos pueden detectar que están siendo víctimas de bullying físico si localizan signos físicos como moretones, sangre o rasguños en su hijo/a.
Bullying o acoso social
Se caracteriza por la exclusión de manera intencionada del niño/a por parte de un grupo, como por ejemplo, no contar con él a la hora de formar equipos para una actividad escolar o, simplemente, para jugar en los recreos.
Este tipo de bullying suele tener secuelas futuras como el aislamiento social, la inseguridad en las relaciones interpersonales, déficits en las habilidades de comunicación y un largo etcétera.
Bullying o acoso sexual
Se caracteriza por las acciones que tienen que ver con actos sexuales no consentidos o comentarios obscenos hacia la víctima, causando importantes secuelas psicológicas en las relaciones personales de la víctima.
Cyberbulling
Se identifica mediante la intimidación a través de las redes sociales o medios electrónicos. Cada vez son más los casos de cyberbullying debido al anonimato que prestan las redes sociales para hacer comentarios, subir fotos o difundir rumores sobre una persona. Las víctimas suelen presentar ansiedad, problemas de sueño, miedo a ir a la escuela…
Consecuencias del bullying
A continuación, comentaremos las principales consecuencias que puede tener el acoso escolar o bullying tanto para la víctima como para el agresor:
Consecuencias en el agresor
- Aprendizaje de patrones desadaptativos en las relaciones sociales.
- Baja tolerancia a situaciones de frustración.
- Predisposición a futuros actos delictivos.
- Bajo control de las emociones.
Consecuencias en la víctima
- Cambios bruscos en los estados de ánimo.
- Autolesiones, ideación suicida, conductas autolíticas…
- Baja autoestima, inseguridad, imagen negativa de sí mismo.
- Disminución del rendimiento escolar.
Intervención y tratamiento del bullying
Es recomendable asistir a un profesional tras las primeras señales de aparición del bullying; en este caso, un/a psicólogo/a puede ayudar a superar el trauma que supone o ha supuesto la situación de acoso y a minimizar las secuelas psicológicas que puedan existir en un futuro.
En tratamiento psicológico, el niño/a adquirirá herramientas y habilidades que le ayudarán a responder de manera asertiva ante situaciones de acoso y que mejorarán notablemente su autoestima. También, se trabaja mediante diferentes terapias como la terapia cognitivo-conductual o la EMDR para procesar el evento traumático desde una perspectiva diferente.
Además de la intervención y el tratamiento psicológico, es recomendable implementar estrategias y campañas preventivas en los centros escolares con el propósito de reducir los casos de acoso escolar o bullying, así como concienciar y educar en valores a la población infanto-juvenil.