Terapia Sexual: ¿Cuándo acudir?

Numerosas investigaciones han confirmado que la satisfacción sexual está directamente ligada con la salud mental, relacionándola con una mejor calidad de vida. Aun así, hoy en día en la mayoría de los casos las personas se resisten a acudir a terapia sexual.

En este artículo conocerás las claves principales del tratamiento y cómo acudir a terapia merece la pena para solucionar tus problemas y conseguir una vida sexual plena.

¿Qué es la Terapia Sexual?

Existe un gran desconocimiento por parte de las personas sobre qué es realmente la terapia sexual y en qué consiste. Esto se ve reflejado en el escaso porcentaje de personas que solicitan tratamiento, pudiendo deberse a diversos motivos como por ejemplo, el estigma que existe sobre la población que presentan disfunciones sexuales, o por el escaso nivel en materia de educación sexual que tiene la población. Por este motivo, aún existe mucha gente que niega la búsqueda de ayuda, pues se trabajan temas privados que no todas las personas tienen la misma capacidad para expresar.

La terapia sexual es un tratamiento terapéutico en el que se emplean un conjunto de técnicas diferentes con el propósito de restablecer la satisfacción sexual y la calidad de vida de la persona o pareja.

Existen numerosos motivos por los cuales las personas acuden a terapia sexual, ya sea por malestar en su vida sexual, por el deseo de mejorar sus habilidades o por combinar la terapia con algún tratamiento médico.

En este artículo nos centraremos en hablar de las disfunciones sexuales y cómo afectan a la vida de la persona, pero para ello, comentaremos brevemente el papel de la relación de pareja en la disfunción sexual.

El papel de la pareja en Terapia Sexual

La terapia sexual está relacionada en muchas ocasiones con la terapia de pareja, ya que la etiología psicológica de las disfunciones puede deberse en algunos casos a que los cimientos de la relación estén fallando, como por ejemplo, una mala comunicación con la pareja.

Por ello, en terapia de pareja se busca promover pequeños cambios en el repertorio conductual de la pareja para superar grandes dificultades. Varias investigaciones han demostrado que la búsqueda de la intimidad con la pareja, realizando planes que supongan un aumento de la confianza y el cariño, hace que el deseo sexual se incremente. La pareja es un apoyo fundamental para el proceso terapéutico.

Algunas de las disfunciones sexuales que, como veremos más adelante, suelen darse más en las parejas, son la disfunción eréctil y el trastorno orgásmico.

¿Cuándo acudir a Terapia Sexual?

De acuerdo con investigaciones recientes, un porcentaje considerado de hombres y mujeres no están satisfechos con su vida sexual. Aun así, la minoría acude en busca de ayuda terapéutica.

Los motivos más habituales para asistir a terapia sexual son:

• Dolor en las relaciones sexuales.
• Falta de deseo sexual.
• Dificultad para tener una erección y conseguir un orgasmo.
• Pocas habilidades sexuales.
• Parafilias.
• Disforia de género.
• Abusos sexuales.

No hace falta tener un trastorno grave para acudir a terapia sexual, pues como hemos comentado a lo largo del artículo, muchas personas acuden para poner solución a problemas de autoestima, o a falta de habilidades en la interacción sexual. Siempre se realizará una evaluación previa del diagnóstico de la persona y se adaptará el tratamiento a las necesidades que presente.

Disfunciones sexuales

Las disfunciones sexuales se definen como dificultades que pueden ocurrir en cualquier momento de la vida de la persona y que le impiden disfrutar plenamente de su vida sexual.

Las disfunciones sexuales pueden clasificarse en dos tipos:

• Orgánicas.
• Psicológicas.

Como las causas pueden ser tanto orgánicas como psicológicas, se requerirá de un tratamiento que aborde diferentes técnicas. Los trastornos suelen ser tratados de manera multidisciplinar, contando con un equipo de trabajo donde se incluyen médicos, fisioterapeutas, psicólogos…

Las disfunciones sexuales también se clasifican según la fase sexual en la que se presentan. Existen cuatro fases sexuales: deseo, excitación, orgasmo y resolución.

Beneficios de la Terapia Sexual

Algunos de los beneficios que se han podido demostrar en el tratamiento sexual son los siguientes:

• Mejora de la calidad de vida y del bienestar psicológico.
• Mejora de las relaciones sexuales en pareja o solo/a.
• Superar los miedos o las fobias relacionadas con las relaciones sexuales.
• Dejar a un lado los estereotipos, prejuicios y creencias erróneas en relación con el sexo.
• Fomentar el autoconocimiento de la persona y su autoestima.
• Construcción de expectativas realistas y sanas en las relaciones sexuales.