Salud sexual en la menopausia: mitos y realidades

Psicomagister

Psicología Clínica

Tabla de contenidos


La menopausia es una etapa natural en la vida de la mujer que trae consigo una serie de cambios hormonales, físicos y emocionales. A pesar de ser un proceso normal, la salud sexual en la menopausia sigue siendo un tema rodeado de mitos que afectan tanto la percepción personal como las relaciones de pareja. Para psicólogos/as y sexólogos/as, comprender los desafíos y realidades de esta etapa es fundamental para ofrecer un acompañamiento adecuado y ayudar a las mujeres a vivir su sexualidad de forma plena y satisfactoria.

Menopausia y salud sexual: una etapa de transformación

La menopausia ocurre generalmente entre los 45 y 55 años y se define como el cese permanente de la menstruación debido a la disminución en la producción de hormonas como el estrógeno y la progesterona. Este cambio hormonal no solo afecta el ciclo menstrual, sino que también tiene un impacto directo en la sexualidad de la mujer.

Algunos de los cambios más comunes incluyen:

  • Sequedad vaginal: La reducción de estrógenos puede provocar una disminución en la lubricación natural, generando molestias durante las relaciones sexuales.
  • Disminución del deseo sexual: La combinación de cambios hormonales, emocionales y físicos puede afectar el deseo sexual.
  • Cambios en la sensibilidad: Algunas mujeres experimentan una menor respuesta a los estímulos sexuales.
  • Impacto emocional: Sentimientos como ansiedad, estrés o cambios en la autoimagen pueden interferir en la vivencia de la sexualidad.

Sin embargo, la menopausia no significa el fin de una vida sexual activa y satisfactoria. Existen estrategias y tratamientos que permiten a las mujeres adaptarse a esta nueva etapa y redescubrir su sexualidad.

Máster en Sexología y Salud Sexual

Desmontando los mitos sobre la salud sexual en la menopausia

Alrededor de la salud sexual en la menopausia persisten creencias erróneas que afectan la percepción de las mujeres y su capacidad de disfrutar esta etapa. Es importante desmitificar estas ideas para promover una visión más positiva y realista.

Mito 1: «La menopausia elimina el deseo sexual»

Si bien es cierto que los niveles de estrógeno disminuyen y esto puede afectar el deseo, la libido no desaparece por completo. El deseo sexual está influenciado por múltiples factores, como la calidad de la relación de pareja, la salud emocional y la autoimagen. La comunicación abierta y la búsqueda de nuevas formas de intimidad pueden reavivar el deseo.

Mito 2: «Las relaciones sexuales son dolorosas»

La sequedad vaginal y el adelgazamiento de las paredes vaginales pueden generar dolor, una condición conocida como dispareunia. Sin embargo, existen soluciones como lubricantes a base de agua, hidratantes vaginales y tratamientos con estrógenos tópicos que mejoran significativamente la comodidad durante las relaciones sexuales.

Mito 3: «La menopausia significa el fin de la vida sexual»

La sexualidad no tiene fecha de caducidad. De hecho, muchas mujeres reportan una mayor satisfacción sexual en esta etapa debido a factores como la liberación de preocupaciones relacionadas con la fertilidad y la mejora en la comunicación con sus parejas.

Mito 4: «El placer sexual disminuye»

Aunque pueden existir cambios en la sensibilidad, el placer sexual no desaparece. Adaptarse a las nuevas sensaciones y explorar diferentes prácticas, posiciones o estímulos puede enriquecer la experiencia sexual.

Realidades y desafíos de la salud sexual en la menopausia

Es importante reconocer que, aunque la menopausia trae cambios significativos, no todas las mujeres experimentan los mismos síntomas ni en la misma intensidad. Los desafíos más comunes incluyen:

  1. Sequedad y atrofia vaginal: Afecta a más del 50 % de las mujeres postmenopáusicas, pero suele ser un tema poco consultado en entornos clínicos.
  2. Cambios emocionales: La percepción de envejecimiento y la pérdida de fertilidad pueden afectar la autoestima y la imagen corporal.
  3. Fatiga y estrés: Factores como los problemas laborales, familiares o de pareja pueden interferir en la salud sexual.
  4. Comorbilidades médicas: Condiciones como diabetes, hipertensión o problemas tiroideos pueden complicar el equilibrio hormonal y la respuesta sexual.

Estrategias para mejorar la salud sexual en la menopausia

La salud sexual en la menopausia se puede potenciar a través de estrategias integrales que aborden tanto los aspectos físicos como emocionales. Los/as psicólogos/as y sexólogos/as pueden desempeñar un papel clave en el acompañamiento de las mujeres en esta etapa.

1. Educación y psicoeducación

Informar a las mujeres sobre los cambios hormonales y sus implicaciones es fundamental para reducir la ansiedad y el estigma. La psicoeducación proporciona herramientas para comprender que la menopausia es una etapa natural y no el final de la sexualidad.

2. Terapia sexual

La terapia sexual puede ser muy efectiva para ayudar a las mujeres y sus parejas a comunicarse de manera abierta, explorar nuevas formas de placer y superar las dificultades asociadas a la menopausia.

  • Ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico.
  • Técnicas de mindfulness para aumentar la conexión con el cuerpo.
  • Uso de juguetes sexuales o estímulos externos para redescubrir el placer.

3. Tratamientos médicos

En casos de síntomas físicos intensos, es recomendable consultar con un/a ginecólogo/a para explorar opciones como:

  • Terapia hormonal sustitutiva (THS): Ayuda a equilibrar los niveles hormonales y mejorar la lubricación vaginal.
  • Lubricantes e hidratantes vaginales: Soluciones de fácil acceso que mejoran el confort.

4. Promoción de un estilo de vida saludable

Un estilo de vida saludable influye positivamente en la salud sexual. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Realizar actividad física regularmente para mejorar el ánimo y la circulación sanguínea.
  • Mantener una alimentación equilibrada rica en fitoestrógenos (soja, semillas de lino, frutos secos).
  • Practicar técnicas de relajación y manejo del estrés, como yoga o meditación.

La importancia del acompañamiento profesional

Para los/as profesionales de la psicología y la sexología, brindar un acompañamiento empático y basado en evidencia es clave para ayudar a las mujeres a transitar esta etapa con bienestar. El trabajo multidisciplinario con ginecólogos/as y otros/as especialistas facilita una atención integral.

Además, es fundamental crear espacios seguros donde las mujeres puedan expresar sus inquietudes y recibir apoyo sin tabúes ni juicios. La validación de sus experiencias y la orientación hacia soluciones prácticas mejoran no solo su salud sexual, sino también su calidad de vida general.

La salud sexual en la menopausia es un aspecto fundamental del bienestar que merece ser visibilizado y abordado desde una perspectiva integral. Derribar los mitos y ofrecer estrategias prácticas y tratamientos eficaces permite a las mujeres vivir su sexualidad de manera plena y satisfactoria en esta etapa de la vida.

Como profesionales, es esencial acompañar y guiar a las mujeres, promoviendo una mayor comprensión de su cuerpo y su sexualidad. La menopausia no es el final, sino una oportunidad para redescubrirse y experimentar la sexualidad desde una perspectiva renovada y enriquecedora.