Neuropsicología: ¿Qué es y qué funciones tiene un neuropsicólogo/a?

Hoy en día sabemos a qué profesional acudir cuando tenemos problemas psicológicos que nos limitan en el día a día, pero ¿y si nuestro problema en realidad fuese una manifestación a consecuencia de alguna lesión en el cerebro que está causando dicha conducta? ¿Sabríamos a quién acudir? ¿Recurriríamos a un neuropsicólogo/a como primera opción?

En este artículo conocerás qué es exactamente la neuropsicología, así como el papel que tiene el neuropsicólogo/a en el estudio de las relaciones entre cerebro y conducta.

¿Qué es la Neuropsicología?

La neuropsicología es una de las ramas de la Neurociencia y una especialidad dentro de la Psicología. Se fundamenta combinando múltiples conocimientos de otras neurociencias, como la neurobiología, la neuroanatomía, la neurología y la psiquiatría. Se encarga del estudio del cerebro y su relación con las manifestaciones cognitivas, emocionales y conductuales del ser humano.

Gracias al desarrollo y a los avances en las técnicas de neuroimagen podemos tener información precisa sobre las áreas del cerebro que se encuentran afectadas y cómo rehabilitarlas. Es por ello, que los profesionales que se dedican a ello requieren un alto nivel de especialización y un conocimiento minucioso del sistema nervioso, en concreto, del cerebro.

Los profesionales de la neuropsicología trabajan, en la mayoría de los casos, de manera conjunta con otros profesionales (neurólogos, psiquiatras, psicólogos clínicos, logopedas, fisioterapeutas) para poder crear un tratamiento multidisciplinar.

Diferencias entre la Psicología y la Neuropsicología

La principal diferencia que existe entre la psicología y la neuropsicología es el conocimiento especializado, es decir, que el segundo profesional se encarga de localizar la lesión en el cerebro, teniendo un conocimiento mucho más minucioso del tema, mientras que el primero se limita a realizar psicoterapia.

En cuanto a la formación, la psicología clínica requiere de un máster habilitante (MPGS) para trabajar en lo privado, y para el ámbito público se accede a través de la oposición de psicólogo interno residente (PIR). Sin embargo, la neuropsicología no está regulada a día de hoy, por lo cual se requiere simplemente estudios de postgrado para acreditar la formación.

Otra de las diferencias más importantes la encontramos en la evaluación. En psicología clínica no se incluyen pruebas que midan las funciones cognitivas, como en el caso de la neuropsicología.

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¿Qué problemas trata la Neuropsicología?

Habitualmente suelen acudir personas que han sufrido una lesión o un daño cerebral adquirido, aunque también acuden personas sanas que presentan alguna sintomatología patológica. Es por ello, que la neuropsicología está presente en múltiples ámbitos laborales.

El neuropsicólogo/a trabaja con población infantil, adulta y personas mayores, adaptando la intervención a cada caso y estudiando las diferentes patologías por edad.

A continuación, mencionaremos los problemas más habituales tratados en neuropsicología:

• Daño cerebral adquirido (traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales…).
• Procesos cognitivos superiores (atención, memoria, percepción, praxias, funciones ejecutivas y lenguaje).
• Trastornos del neurodesarrollo.
• Dificultades del aprendizaje.
• Deterioro cognitivo y demencias.
• Enfermedades neurodegenerativas.

El papel del Neuropsicólogo/a

El neuropsicólogo/a tiene las mismas funciones que el psicólogo, como hemos comentado anteriormente, con la diferencia de que hace un estudio en profundidad sobre las estructuras anatómicas del cerebro que se encuentran lesionadas para su posterior rehabilitación.

El neuropsicólogo/a sigue una serie de pasos a la hora de realizar una intervención, los cuales se detallan a continuación:

La entrevista clínica:

Lo primero que hay que hacer cuando una persona presenta cualquier alteración o disfunción es crear una historia clínica, antecedentes y una entrevista, lo que se denomina anamnesis.

La evaluación neuropsicológica:

Una vez hayamos obtenido la información necesaria en el primer paso, habrá que evaluar cognitivamente al paciente. Esto se lleva a cabo mediante técnicas de neurodiagnóstico, como son las técnicas de imagen o las escalas, test o baterías neuropsicológicas.

A través de las técnicas de neuroimagen se puede observar el daño cerebral y ver en qué parte del cerebro está localizado, permitiendo una rehabilitación específica de las lesiones. Por otro lado, a través de las pruebas que pasa el neuropsicólogo/a es posible medir cada proceso cognitivo superior.

La rehabilitación neuropsicológica:

Esta etapa trata de generar un programa de tratamiento o rehabilitación con la información obtenida en las etapas anteriores. También llamada estimulación cognitiva, trata de recuperar total o parcialmente las funciones cognitivas que se encuentran dañadas mediante el entrenamiento en ejercicios que trabajen la atención, la memoria, la percepción, las praxias, las funciones ejecutivas y el lenguaje.

Cabe destacar que cada intervención va a ser ajustada de manera individualizada a cada paciente, según la lesión que presente y las funciones cognitivas que se trabajen.

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