Neuropsicología en trastornos del desarrollo no verbal: enfoques específicos
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La neuropsicología desempeña un papel crucial en la comprensión y abordaje de los trastornos del desarrollo no verbal, como el Trastorno de Aprendizaje No Verbal (TANV). Estos trastornos se caracterizan por dificultades en habilidades visoespaciales, motoras y sociales, a pesar de un desarrollo verbal aparentemente típico. A continuación, se presenta un análisis detallado de la neuropsicología en trastornos del desarrollo no verbal, incluyendo su evaluación, diagnóstico e intervención.

¿Qué es el Trastorno de Aprendizaje No Verbal (TANV)?
El Trastorno de Aprendizaje No Verbal (TANV) es una condición del neurodesarrollo que se caracteriza por una notable discrepancia entre habilidades verbales relativamente fuertes y dificultades significativas en áreas no verbales, como las habilidades visoespaciales, la coordinación motora y la comprensión de señales sociales no verbales. Aunque no está oficialmente reconocido en manuales diagnósticos como el DSM-5 o la CIE-10, el TANV ha sido objeto de estudio y discusión en la literatura neuropsicológica desde hace décadas .
Características principales del TANV
Las personas con TANV suelen presentar:
- Desafíos en funciones ejecutivas: Dificultades para planificar, organizar y resolver problemas, especialmente aquellos que requieren habilidades no verbales.
- Habilidades verbales sólidas: Buen vocabulario y capacidad para memorizar información verbal.
- Dificultades visoespaciales: Problemas para interpretar y organizar información visual, lo que puede afectar tareas como leer mapas o entender gráficos.
- Torpeza motora: Dificultades en la coordinación motora fina y gruesa, que pueden manifestarse en actividades como escribir a mano o practicar deportes.
- Problemas en la comprensión social: Dificultades para interpretar expresiones faciales, lenguaje corporal y otras señales sociales no verbales, lo que puede afectar las interacciones sociales.
Evaluación neuropsicológica en el TANV

La evaluación neuropsicológica en el Trastorno de Aprendizaje No Verbal (TANV) es esencial para identificar las áreas de dificultad y establecer un plan de intervención adecuado. Dado que el TANV no está formalmente reconocido en manuales diagnósticos como el DSM-5 o la CIE-10, su diagnóstico se basa en una evaluación exhaustiva que considere múltiples dominios cognitivos y conductuales.
Componentes clave de la evaluación neuropsicológica en el TANV
- Entrevistas clínicas y anamnesis: Se recopila información detallada sobre el desarrollo del individuo, incluyendo hitos del desarrollo motor y del lenguaje, rendimiento académico, habilidades sociales y antecedentes familiares.
- Evaluación cognitiva general: Se utilizan pruebas estandarizadas, como las Escalas de Inteligencia de Wechsler, para identificar discrepancias entre las habilidades verbales y no verbales. En el TANV, es común encontrar un rendimiento verbal superior al rendimiento visoespacial.
- Evaluación de habilidades visoespaciales y constructivas: Se aplican pruebas que evalúan la capacidad para procesar y organizar información visual, como la copia de figuras complejas o la reproducción de patrones.
- Evaluación de la coordinación motora: Se examinan tanto la motricidad fina como la gruesa, utilizando tareas que requieren precisión manual y coordinación, como el dibujo o la escritura.
- Evaluación de funciones ejecutivas: Se analizan habilidades como la planificación, la organización, la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva, que suelen estar afectadas en el TANV.
- Evaluación de habilidades sociales y emocionales: Se observa la capacidad para interpretar y responder a señales sociales no verbales, como expresiones faciales y lenguaje corporal, así como la adaptación emocional y la empatía.
- Evaluación académica: Se revisa el rendimiento en áreas como la lectura, la escritura y las matemáticas, identificando patrones de fortalezas y debilidades que puedan estar relacionados con las dificultades no verbales.
La combinación de estos componentes permite establecer un perfil neuropsicológico detallado, identificando las áreas específicas de dificultad y las fortalezas del individuo. Este perfil es fundamental para diseñar intervenciones personalizadas que aborden las necesidades particulares de cada persona con TANV.
Es importante destacar que la evaluación debe ser realizada por profesionales especializados en neuropsicología infantil, quienes podrán interpretar los resultados en el contexto del desarrollo y proporcionar recomendaciones adecuadas para el entorno educativo y familiar.
Intervención neuropsicológica en el TANV

La intervención neuropsicológica en el Trastorno de Aprendizaje No Verbal (TANV) debe ser integral y personalizada, abordando las áreas específicas de dificultad que presenta cada individuo. A continuación, se detallan las estrategias más efectivas en este contexto:
Terapia ocupacional: fortaleciendo habilidades visoespaciales y motora
La terapia ocupacional es fundamental para mejorar la coordinación motora y las habilidades visoespaciales en personas con TANV. Los terapeutas ocupacionales trabajan en actividades que desarrollan la motricidad fina y gruesa, así como en la percepción y organización espacial. Por ejemplo, enseñan a dividir tareas complejas en pasos más manejables y a utilizar estrategias visuales para mejorar la comprensión de mapas o gráficos .
Entrenamiento en habilidades sociales: mejorando la comunicación no verbal
Las dificultades en la interpretación de señales sociales no verbales son comunes en el TANV. El entrenamiento en habilidades sociales se centra en mejorar la comprensión y expresión de estas señales, utilizando técnicas como juegos de roles, modelado y retroalimentación positiva. Estas intervenciones ayudan a las personas con TANV a desarrollar competencias sociales más efectivas .
Apoyo educativo: adaptaciones en el entorno escolar
El entorno educativo debe adaptarse para apoyar a los estudiantes con TANV. Esto incluye la implementación de estrategias de enseñanza que aprovechen las fortalezas verbales del estudiante y proporcionen apoyo en las áreas de dificultad. Algunas adaptaciones efectivas son el uso de organizadores gráficos, instrucciones verbales claras y la descomposición de tareas complejas en pasos más simples. Además, es importante fomentar un ambiente inclusivo que promueva la autoestima y la participación activa del estudiante .
Intervención psicológica: abordando aspectos emocionales
Las personas con TANV pueden experimentar frustración, ansiedad o baja autoestima debido a sus dificultades. La intervención psicológica, como la terapia cognitivo-conductual, puede ser beneficiosa para abordar estos aspectos emocionales. Esta terapia ayuda a identificar y modificar patrones de pensamiento negativos, desarrollar habilidades de afrontamiento y mejorar la autoimagen.
Principios fundamentales de la intervención
La intervención debe basarse en los siguientes principios:
- Participación activa de la familia: Incluir a los familiares en el proceso terapéutico para reforzar las estrategias en el entorno cotidiano.
- Individualización: Adaptar las estrategias a las fortalezas y debilidades específicas del individuo.
- Multidisciplinariedad: Involucrar a profesionales de diferentes áreas, como neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales, logopedas y educadores.
- Enfoque ecológico: Aplicar las intervenciones en contextos naturales del paciente, como el hogar y la escuela, para facilitar la generalización de habilidades.
En conclusión, la intervención neuropsicológica en el TANV es un proceso complejo que requiere una planificación cuidadosa y la colaboración de un equipo multidisciplinar. Al centrarse en las áreas de dificultad específicas y aprovechar las fortalezas del individuo, es posible mejorar significativamente su funcionamiento académico, social y emocional.
