Cómo gestionar las expectativas en la relación de pareja

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En las relaciones de pareja, las expectativas pueden ser tanto una fuente de satisfacción como de conflicto. Cuando no se gestionan adecuadamente, pueden llevar a frustraciones, malentendidos y tensiones en la convivencia. Para los/as psicólogos/as y sexólogos/as, es fundamental trabajar con las parejas para ayudarles a gestionar estas expectativas y promover una relación más equilibrada y saludable.

¿Qué son las expectativas en la relación de pareja?

Las expectativas en la relación de pareja son creencias o suposiciones sobre cómo debería comportarse el otro, cómo deberían ser las dinámicas de la relación y cómo se proyecta el futuro en común. Estas expectativas pueden estar relacionadas con:

  • Afecto y comunicación: Lo que esperamos en términos de muestras de cariño, atención y formas de comunicarse.
  • Compromiso: Lo que entendemos por lealtad, fidelidad y compromiso mutuo.
  • Roles dentro de la relación: Las expectativas sobre quién hace qué en términos de tareas, responsabilidades y apoyo emocional.
  • Crecimiento y evolución: Las expectativas sobre cómo evolucionará la relación con el tiempo.

Cuando estas expectativas no se cumplen, pueden surgir conflictos que ponen en peligro el bienestar de la pareja.

Principales causas de expectativas no cumplidas

Para gestionar adecuadamente las expectativas en la pareja, es esencial primero entender de dónde surgen y por qué muchas veces no se cumplen. Algunas de las principales causas incluyen:

1. Creencias aprendidas

Las expectativas muchas veces se forman a partir de las experiencias vividas en la infancia o las relaciones que observamos en nuestro entorno, como la relación de los padres o parejas cercanas. Lo que observamos se convierte en nuestro «modelo» de lo que debería ser una relación de pareja.

2. Influencia cultural y mediática

La cultura popular, las películas, y las redes sociales a menudo presentan versiones idealizadas de las relaciones, lo que puede llevar a expectativas irreales de amor, pasión y convivencia.

3. Falta de comunicación

Una de las razones más comunes por las que las expectativas no se cumplen es la falta de comunicación clara. Si las parejas no expresan lo que realmente esperan el uno del otro, se corre el riesgo de que las suposiciones se conviertan en fuente de conflicto.

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Estrategias para gestionar expectativas en la relación de pareja

A continuación, se detallan una serie de estrategias que los/as psicólogos/as y sexólogos/as pueden emplear para ayudar a las parejas a gestionar sus expectativas y evitar que se conviertan en un problema en la relación:

Fomentar la comunicación abierta y honesta

La comunicación abierta es la base de cualquier relación saludable. Para gestionar las expectativas de manera efectiva, es importante que ambas partes se sientan cómodas expresando lo que esperan de la relación y lo que desean a largo plazo.

  • Ejercicio práctico: Anima a las parejas a tener conversaciones regulares sobre sus expectativas, centrándose en áreas como el afecto, las responsabilidades y los objetivos personales y compartidos.

Reconocer y ajustar expectativas

Es fundamental que las parejas sean capaces de reconocer cuándo sus expectativas son poco realistas o no reflejan la realidad de su relación actual. El trabajo terapéutico puede ayudar a las parejas a ajustar estas expectativas para que sean más alcanzables.

  • Ejercicio práctico: Ayuda a la pareja a identificar las expectativas que están causando conflicto y reflexiona sobre si son realistas o necesitan ser revisadas.

Practicar la empatía

La empatía es clave para comprender las expectativas del otro. Cuando una pareja se pone en el lugar del otro y entiende sus deseos y necesidades, es más probable que trabajen juntos para alcanzar un equilibrio.

  • Ejercicio práctico: Fomenta el desarrollo de la empatía pidiendo a cada miembro de la pareja que exprese cómo cree que se siente el otro, lo que a menudo abre el camino a una comprensión más profunda.

Mantener un enfoque flexible

Las relaciones están en constante evolución, por lo que las expectativas también deben ser flexibles. Las circunstancias cambian y es importante que las parejas puedan adaptarse y reajustar lo que esperan mutuamente a lo largo del tiempo.

  • Ejercicio práctico: Proponer que la pareja revise sus expectativas cada cierto tiempo para asegurar que reflejen su situación actual y las necesidades que han surgido en su relación.

Fomentar la independencia

Aunque las relaciones son un esfuerzo en conjunto, es importante que cada miembro de la pareja mantenga su independencia. Tener expectativas realistas implica entender que la pareja no es responsable de llenar todos los vacíos emocionales o resolver todos los problemas individuales.

  • Ejercicio práctico: Anima a la pareja a que mantenga pasatiempos y relaciones fuera de la relación de pareja, lo que fomenta una mayor satisfacción y menos presión dentro de la relación.

Desarrollar habilidades para la resolución de conflictos

Parte de gestionar las expectativas en una relación de pareja implica saber resolver conflictos de manera constructiva. Cuando las expectativas no se cumplen, es fundamental que la pareja pueda abordarlo sin caer en la frustración o la crítica destructiva.

  • Ejercicio práctico: Enseña técnicas de resolución de conflictos, como el uso de «mensajes yo» en lugar de «mensajes tú», que minimizan el riesgo de confrontaciones y facilitan el diálogo.

Establecer metas compartidas

Una relación sana se basa en el crecimiento conjunto. Tener objetivos compartidos que ambos miembros de la pareja puedan perseguir ayuda a alinear expectativas y fortalece el sentido de compañerismo.

  • Ejercicio práctico: Anima a las parejas a establecer metas realistas, ya sea a corto o largo plazo, que puedan trabajar juntos para alcanzar, lo que fortalecerá el compromiso mutuo.

Gestionar las expectativas en la relación de pareja es clave para mantener una relación saludable y equilibrada. A través de una comunicación abierta, ajustes realistas, empatía y flexibilidad, las parejas pueden superar los desafíos que surgen cuando las expectativas no se cumplen. Los/as psicólogos/as y sexólogos/as desempeñan un papel crucial en ayudar a las parejas a identificar estas expectativas y proporcionarles las herramientas necesarias para manejarlas de manera efectiva.