EMDR en el tratamiento del TEPT complejo: abordaje de traumas múltiples
Psicomagister
Psicología Clínica
Tabla de contenidos
El EMDR en el tratamiento del TEPT complejo se ha consolidado como una de las terapias psicológicas más eficaces para abordar experiencias traumáticas acumulativas y de larga duración. A diferencia del TEPT clásico, el Trastorno de Estrés Postraumático Complejo (TEPT-C) implica una sintomatología más amplia y persistente, fruto de la exposición prolongada a situaciones traumáticas, como el abuso infantil crónico, la violencia de género, la trata de personas o la guerra.
A lo largo de las siguientes secciones, exploraremos cómo el EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular) puede ser aplicado de forma efectiva en el tratamiento de personas con TEPT complejo, detallando sus fases, beneficios, desafíos y estrategias específicas para el abordaje de traumas múltiples.

Comprendiendo el TEPT complejo
El TEPT complejo se diferencia del TEPT tradicional no solo en la duración o la gravedad del trauma, sino en la estructura de los síntomas que afectan múltiples áreas de funcionamiento. Entre las manifestaciones clínicas más frecuentes se incluyen:
- Desregulación emocional crónica.
- Alteraciones en la autoimagen (culpa, vergüenza, sentimiento de invalidez).
- Dificultades en las relaciones interpersonales.
- Sensación persistente de amenaza.
- Disociación y amnesia selectiva.
Estas características hacen necesario un abordaje terapéutico que integre el trabajo con la memoria traumática, la regulación emocional y la reparación de la autoestima.
Qué es EMDR y por qué funciona en el TEPT complejo
El EMDR es una terapia estructurada que permite al paciente procesar recuerdos traumáticos bloqueados mediante la estimulación bilateral del cerebro, especialmente a través del movimiento ocular. Su eficacia está ampliamente respaldada por la evidencia empírica y ha sido recomendada por organizaciones internacionales como la OMS y la APA.
En el caso del TEPT complejo, el EMDR no solo se centra en eventos traumáticos aislados, sino en series de traumas concatenados que afectan al desarrollo de la personalidad y las creencias nucleares del individuo. La terapia permite acceder a estas experiencias, reprocesarlas y reconectarlas con una red de memoria funcional.
Fases del protocolo EMDR en el abordaje del TEPT complejo

El protocolo clásico de EMDR consta de ocho fases. Sin embargo, su aplicación en personas con TEPT complejo requiere adaptaciones específicas:
1. Historia del paciente y planificación del tratamiento
El terapeuta debe realizar una evaluación detallada del historial de trauma, prestando especial atención a eventos repetidos en la infancia, patrones disociativos y recursos de afrontamiento actuales.
2. Preparación y psicoeducación
Es esencial que el paciente comprenda el funcionamiento de la terapia EMDR y disponga de herramientas para autorregularse. Se utilizan técnicas de estabilización, como el anclaje, la respiración diafragmática, la visualización de lugares seguros, y el trabajo con partes internas.
3. Evaluación de la red de memoria
El terapeuta identifica los recuerdos traumáticos «nucleares» y las creencias disfuncionales asociadas. En pacientes con TEPT complejo, la red de memoria suele estar fragmentada, por lo que puede requerirse una reconstrucción progresiva.
4. Desensibilización y reprocesamiento
Con el uso de movimientos oculares, tapping o sonidos alternos, se activa la red neuronal implicada en el recuerdo y se inicia el reprocesamiento. En personas con traumas complejos, es habitual trabajar con «recuerdos encadenados» o «targets flotantes».
5-6. Instalación y escaneo corporal
Se refuerzan creencias positivas asociadas al recuerdo y se explora la presencia de tensiones corporales residuales. Este paso ayuda a consolidar el nuevo aprendizaje.
7. Cierre
Al finalizar cada sesión, se implementan ejercicios de regulación emocional para asegurar que el paciente retome su estado de equilibrio.
8. Reevaluación
En sesiones posteriores, se revisan los avances y se determina la necesidad de trabajar nuevos recuerdos o continuar con targets pendientes.
Adaptaciones clínicas del EMDR para traumas múltiples

En pacientes con TEPT complejo, el abordaje de múltiples traumas requiere una planificación por etapas. Algunas estrategias clínicas incluyen:
- Modelo de tres fases: estabilización, reprocesamiento, reintegración.
- Trabajo con partes disociativas: integración de estados del yo fragmentados.
- Protocolos modificados: como el protocolo de trabajo con traumas tempranos, el protocolo multicanal, o el enfoque de fragmentos implícitos (EMI).
Estas adaptaciones aseguran que el reprocesamiento no genere sobrecarga emocional o retraumatización.
Beneficios del EMDR en el tratamiento del TEPT complejo
Numerosos estudios han evidenciado mejoras significativas en personas que han recibido EMDR para el tratamiento del TEPT complejo. Algunos beneficios observados incluyen:
- Reducción significativa de síntomas de ansiedad, depresión y disociación.
- Mejora de la capacidad de regulación emocional.
- Incremento de la autoestima y percepción de autoeficacia.
- Reconstrucción de la narrativa vital.
- Mayor autonomía en la gestión de relaciones y límites interpersonales.
Desafíos y consideraciones terapéuticas
A pesar de su eficacia, el EMDR en el tratamiento del TEPT complejo plantea ciertos desafíos que el terapeuta debe considerar:
- Tiempos prolongados de intervención: el proceso puede durar años.
- Presencia de trastornos comórbidos: como TLP, TCA o adicciones.
- Riesgo de disociación estructural: es necesario trabajar en la integración de partes antes del reprocesamiento intensivo.
- Necesidad de una alianza terapéutica sólida: la relación terapéutica es un factor central en el éxito del abordaje.
Casos clínicos y evidencia empírica
Diversos estudios de caso han mostrado la eficacia del EMDR en personas con traumas complejos. Por ejemplo, una investigación publicada en Journal of EMDR Practice and Research mostró que el uso de EMDR en mujeres supervivientes de abuso sexual infantil permitió una reducción de hasta el 60% de los síntomas disociativos.
Además, revisiones sistemáticas han identificado que el EMDR es una opción eficaz para el abordaje del TEPT complejo incluso en pacientes que no han respondido bien a otras terapias como la TCC o la terapia de exposición prolongada.
En conclusión, el EMDR en el tratamiento del TEPT complejo ofrece una vía terapéutica potente, respetuosa y adaptada a las particularidades del trauma complejo. Su capacidad para acceder a recuerdos traumáticos encapsulados, desbloquear emociones congeladas y promover una resignificación profunda de la experiencia traumática lo convierten en una herramienta clave para los y las profesionales de la salud mental.La clave del éxito está en una correcta planificación, el respeto a los ritmos del paciente, la incorporación de técnicas de estabilización adecuadas y la capacidad del terapeuta para contener emocionalmente el proceso. La investigación clínica sigue avanzando y fortaleciendo el uso de EMDR como intervención de elección para el abordaje del trauma complejo.
