¿Cuáles son las disfunciones sexuales más frecuentes?

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La disfunción sexual se refiere a cualquier problema experimentado durante cualquier etapa del ciclo de la respuesta sexual que impide que una persona o pareja alcance satisfacción sexual. Estas dificultades pueden surgir debido a factores físicos, psicológicos o una combinación de ambos, y pueden afectar tanto a hombres como a mujeres. Las disfunciones sexuales pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida y en las relaciones interpersonales, y a menudo requiere evaluación y tratamiento por parte de profesionales especializados/as en sexualidad.

Las disfunciones sexuales más frecuentes pueden variar según factores como la edad, el género, la salud física y emocional, así como otros factores individuales y culturales. Sin embargo, algunas de las disfunciones sexuales más comunes incluyen las que te explicamos en este artículo. 

Disfunción eréctil (impotencia)

La disfunción eréctil, comúnmente conocida como impotencia, es una condición en la que un hombre tiene dificultad para lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales satisfactorias. Esta dificultad puede variar en grado, desde una incapacidad ocasional para mantener una erección hasta una incapacidad total para lograr una erección.

Disfunciones sexuales más frecuentes: Disfunción eréctil

Las causas de la disfunción eréctil pueden ser tanto físicas como psicológicas, y en algunos casos, una combinación de ambos factores. Algunas de las causas físicas pueden incluir: enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, diabetes, trastornos neurológicos (esclerosis múltiple o lesiones en la médula espinal), trastornos hormonales, como niveles bajos de testosterona, o lesiones en el área genital.

Las causas psicológicas de la disfunción eréctil pueden incluir: ansiedad, depresión, estrés, problemas de relación, trauma sexual previo o preocupación por el rendimiento sexual.

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Eyaculación precoz

La eyaculación precoz es una disfunción sexual masculina en la que un hombre eyacula demasiado rápido durante la actividad sexual, generalmente antes de lo deseado por él o su pareja. Esta condición puede ocurrir en cualquier etapa de la vida de un hombre y puede causar angustia significativa y dificultades en las relaciones sexuales.

Disfunciones sexuales más frecuentes: Eyaculación precoz

Las causas de la eyaculación precoz no siempre son claras, pero pueden estar relacionadas con factores psicológicos, biológicos o sociales. Algunos de los factores que pueden contribuir a la eyaculación precoz incluyen:

  • Ansiedad. La ansiedad relacionada con el rendimiento sexual, el estrés o la preocupación por la satisfacción del/a compañero/a puede aumentar la probabilidad de eyaculación precoz.
  • Factores psicológicos. Traumas sexuales pasados, depresión, problemas de autoestima o problemas de relación pueden contribuir a la eyaculación precoz.
  • Factores biológicos. Anomalías en los neurotransmisores cerebrales, niveles hormonales anormales o inflamación de la próstata pueden desempeñar un papel en algunos casos.
  • Hábitos sexuales. La eyaculación precoz puede ser más común en hombres que tienen relaciones sexuales infrecuentes o que se masturban con rapidez.

Bajo deseo sexual (trastorno del deseo sexual hipoactivo)

El trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDSH), también conocido como bajo deseo sexual, se caracteriza por una disminución persistente o ausencia de deseo sexual, lo que resulta en una marcada angustia o dificultades en las relaciones interpersonales. En términos simples, las personas con este trastorno experimentan una falta de interés o motivación para participar en actividades sexuales.

Disfunciones sexuales más frecuentes: bajo deseo sexual

El TDSH puede manifestarse de diversas formas y puede afectar tanto a hombres como a mujeres. Algunas personas pueden experimentar una reducción gradual en su deseo sexual a lo largo del tiempo, mientras que otras pueden haber tenido un bajo deseo sexual durante la mayor parte de sus vidas. Este trastorno puede ser primario, es decir, presente desde el inicio de la vida sexual, o secundario, desarrollarse después de un período de actividad sexual normal.

Las causas del trastorno del deseo sexual hipoactivo pueden ser multifactoriales e incluir aspectos biológicos, psicológicos, sociales y relacionales. Algunos factores que pueden contribuir a este trastorno incluyen desequilibrios hormonales, trastornos médicos, estrés, depresión, ansiedad, trauma sexual previo, problemas de relación, conflictos de pareja, expectativas poco realistas sobre el sexo y factores socioculturales. 

Anorgasmia

La anorgasmia es una disfunción sexual caracterizada por la incapacidad persistente o recurrente para alcanzar el orgasmo, incluso después de una adecuada estimulación sexual y excitación. Tanto hombres como mujeres pueden experimentar anorgasmia, y puede ser primaria (nunca haber experimentado un orgasmo) o secundaria (haber experimentado orgasmos anteriormente, pero no poder alcanzarlos en la actualidad).

Disfunciones sexuales más frecuentes: anorgasmia

Existen dos tipos principales de anorgasmia:

  • Anorgasmia primaria: cuando una persona nunca ha experimentado un orgasmo, ya sea a través de la masturbación o durante las relaciones sexuales con una pareja.
  • Anorgasmia secundaria: cuando una persona ha experimentado orgasmos en el pasado, pero ya no puede alcanzarlos. Esto puede ocurrir de repente o desarrollarse gradualmente con el tiempo.

Las causas de la anorgasmia pueden ser variadas y pueden incluir factores físicos, psicológicos y sociales. Algunas de las causas posibles incluyen: factores psicológicos (ansiedad, depresión, estrés, culpa o baja autoestima), traumas sexuales pasados o experiencias negativas relacionadas con la sexualidad, problemas de relación, factores médicos (trastornos hormonales, problemas neurológicos, efectos secundarios de medicamentos, cirugía pélvica previa…) y factores socioculturales que pueden influir en las actitudes hacia el sexo y la sexualidad.

Disfunción orgásmica femenina 

Es una condición en la que una mujer tiene dificultad persistente o recurrente para alcanzar el orgasmo, a pesar de una adecuada estimulación sexual y excitación. Esta disfunción puede manifestarse de diferentes maneras, como una demora significativa en alcanzar el orgasmo, incapacidad total para alcanzarlo o experimentar orgasmos débiles o poco satisfactorios.

Algunas causas posibles de la disfunción orgásmica femenina incluyen: factores psicológicos, como problemas de autoimagen, ansiedad o traumas sexuales pasados, factores físicos (trastornos hormonales, enfermedades crónicas o problemas neurológicos), problemas de relación (falta de intimidad emocional o dificultades de comunicación) y factores socioculturales, como educación sexual deficiente, actitudes negativas o expectativas poco realistas sobre el sexo. 

Dispareunia

Disfunciones sexuales más frecuentes: dispareunia

La dispareunia es una condición en la que una persona experimenta dolor genital recurrente o persistente durante o después de la actividad sexual. Este dolor puede ocurrir en la vagina, el pene o la zona pélvica y puede ser provocado por diversos factores físicos, emocionales o psicológicos.

Las causas de la dispareunia pueden incluir:

  • Problemas físicos: infecciones genitales, como infecciones por hongos o enfermedades de transmisión sexual (ETS), endometriosis, atrofia vaginal debido a la menopausia, estrechez vaginal (vaginismo), cicatrices o lesiones en el área genital, condiciones inflamatorias pélvicas, entre otras.
  • Factores emocionales o psicológicos: ansiedad, depresión, estrés, historia de trauma sexual, problemas de relación, miedo al dolor durante el sexo o experiencias sexuales negativas previas pueden contribuir a la dispareunia.
  • Problemas hormonales: desequilibrios hormonales, como niveles bajos de estrógeno, pueden causar sequedad vaginal y contribuir al dolor durante la penetración.
  • Problemas de lubricación: la falta de lubricación vaginal adecuada puede hacer que el sexo sea doloroso. Esto puede ser el resultado de factores hormonales, medicamentos, estrés, ansiedad o estimulación sexual insuficiente.

Abordaje de las disfunciones sexuales desde la sexología

Como sexólogo/a, el abordaje de las disfunciones sexuales implica una comprensión integral de los factores biológicos, psicológicos y sociales que pueden contribuir a estas dificultades. A continuación, te enumeramos algunos pasos que un/a sexólogo/a puede seguir para abordar las disfunciones sexuales:

Abordaje de las disfunciones sexuales desde la sexología
  • Evaluación y diagnóstico: realizar una evaluación exhaustiva para comprender la naturaleza y el contexto de la disfunción sexual. Esto puede incluir entrevistas detalladas con el paciente y, en algunos casos, cuestionarios estandarizados para evaluar la función sexual y la salud psicológica. Es importante obtener una comprensión completa de la historia sexual del individuo, así como cualquier factor médico, psicológico o relacional relevante.
  • Educación y normalización: proporcionar educación sobre la función sexual normal y ayudar al paciente a comprender que las disfunciones sexuales son comunes y tratables. Esto puede ayudar a reducir la ansiedad y la vergüenza asociadas con los problemas sexuales y fomentar una actitud más positiva hacia el tratamiento.
  • Identificación de factores contribuyentes: identificar los factores biológicos, psicológicos y sociales que pueden contribuir a la disfunción sexual
  • Desarrollo de un plan de tratamiento personalizado: basado en la evaluación, desarrollar un plan de tratamiento individualizado que aborde los factores subyacentes de la disfunción sexual. Esto puede implicar una combinación de intervenciones médicas, psicológicas, conductuales y educativas.
  • Terapia sexual: utilizar técnicas de terapia sexual para abordar específicamente los aspectos sexuales de la disfunción. Esto puede incluir técnicas de sensatez, ejercicios de comunicación, técnicas de respiración y relajación, y desensibilización gradual.
  • Terapia de pareja: si la disfunción sexual afecta a la relación de pareja, se puede ofrecer terapia de pareja para abordar problemas de comunicación, resolver conflictos y mejorar la intimidad emocional y sexual.
  • Seguimiento y ajuste del tratamiento: realizar un seguimiento regular para evaluar el progreso del tratamiento y realizar ajustes según sea necesario. Es importante tener en cuenta que el tratamiento de las disfunciones sexuales puede ser un proceso gradual y que puede requerir tiempo y paciencia por parte del/a paciente y del/a terapeuta.
  • Referencia a otros/as profesionales de la salud: si es necesario, derivar al/a paciente a otros/as profesionales de la salud, como médicos/as, ginecólogos/as, urólogos/as, psiquiatras o fisioterapeutas, para una evaluación y tratamiento adicionales.

En resumen, abordar las disfunciones sexuales como sexólogo/a implica un enfoque holístico que considera los aspectos biopsicosociales de la sexualidad humana. Es importante trabajar en colaboración con el/la paciente para desarrollar un plan de tratamiento personalizado que se adapte a sus necesidades y circunstancias individuales.

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