¿Cómo detectar el TDAH en niños?

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Hemos oído hablar bastante sobre los problemas de atención de los niños en las escuelas y su repercusión en la vida adulta. En los últimos años, se ha puesto de moda el debate sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), pero ¿cómo detectar el TDAH en niños? 

Se trata del trastorno psicológico más frecuente en la infancia, aproximadamente un 5% de la población infantil lo padece. En este artículo, aprenderás a identificar el TDAH, conocer sus características principales, los diferentes tipos que existen y las causas y factores de riesgo que desencadenan esta patología.

¿Qué es el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno que tiene un curso crónico y suele ser diagnosticado en la infancia, siendo más común en los/as niños/as, aunque también existen evidencias acerca de la prevalencia de adultos que lo siguen presentando en la etapa adulta, correspondiéndole a un 50%. 

Una de las manifestaciones más evidentes del TDAH es el fracaso escolar, el cual puede llevar asociado en los adultos diferentes consecuencias como baja autoestima, relaciones inestables y otro tipo de problemas.

La problemática puede llegar a ser incapacitante, necesitando un tratamiento farmacológico coadyuvante. Algunas de estas cuestiones son la dificultad para permanecer tranquilo, el comportamiento impulsivo y signos de inatención. 

Los primeros síntomas que presenta el/la niño/a suelen aparecer en el colegio, en su relación con los/as compañeros/as y en el rendimiento escolar. Aun así, hay que prestar especial atención ya que cabe la posibilidad de sobrediagnosticar a los niños. Por ello, es importante conocer que es común que el TDAH presente comorbilidad con diferentes trastornos, existiendo un porcentaje aproximado del 70%. Los trastornos más frecuentemente asociados al TDAH son los siguientes:

  • Trastorno de ansiedad.
  • Trastornos del estado de ánimo.
  • Dificultades del aprendizaje.
  • Trastornos de conducta.

En estos casos, un diagnóstico con comorbilidad suele suponer mayor gravedad en el cuadro patológico.

Características del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

Para realizar un correcto diagnóstico del TDAH hay que prestar atención a las características del trastorno mencionadas anteriormente, estos son los tres síntomas nucleares del trastorno y son los siguientes:

  • Inatención: presenta una gran dificultad para poner atención en algo y concentrarse.
  • Hiperactividad: su actividad es superior al nivel de los demás niños de su edad.
  • Impulsividad: presenta gran dificultad para regular su conducta y emociones.

Estos tres síntomas pueden encontrarse en diferente gravedad en función de la persona y son independientes unos de otros, es decir, un/a niño/a puede sólo manifestar uno de los tres síntomas. También existen diferentes criterios que debe cumplir, como por ejemplo:

  • Presentar el trastorno antes de los 12 años.
  • Encontrar una conducta normal teniendo en cuenta la edad y la etapa de desarrollo en la que se encuentre.
  • Afectación en dos o más aspectos de la vida del niño/a, en especial, el educativo, el social o el familiar.
  • Que no esté debido a otro factor orgánico, o algún fármaco.

Tipos de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), podemos diferenciar tres tipos de TDAH dependiendo de la sintomatología del trastorno:

  • TDAH con predominio de falta de atención.
  • TDAH con predominio de la hiperactividad y/o impulsividad.
  • TDAH con combinación de los tres síntomas nucleares.

Causas y factores de riesgo del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

Actualmente se desconoce la causa que origina el TDAH, pero existen diferentes estudios e investigaciones que lo consideran un trastorno heterogéneo y aseguran que su comienzo se debe a factores psicosociales, contextuales y genéticos. 

El TDAH primario se encuentra en el 70% aproximadamente de la población cuando no existe causa alguna y se atribuye a factores heredables. El TDAH secundario se da en el 30% de los casos restantes y se debe a la aparición de factores de riesgo.

Los factores ambientales se consideran también de riesgo y entre ellos podemos encontrar los siguientes:

  • Parto prematuro.
  • Desnutrición severa.
  • Encefalopatía hipóxico-isquémica.
  • Consumo de sustancias tóxicas durante el embarazo.

Tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

El tratamiento del TDAH suele realizarse desde una esfera multidisciplinar, trabajando en conjunto con la familia. Se realiza terapia individual, grupal y psicoeducación con su entorno más próximo. Lo más importante es tratar los síntomas nucleares a través de terapias como el Mindfulness, la TCC, la EMDR, terapias de grupo