¿Cómo afectan las drogas al cerebro?
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Neuropsicología
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Cada vez son más las investigaciones realizadas con técnicas de neuroimagen para identificar qué estructuras cerebrales se deterioran a consecuencia de las drogas. La modificación del cerebro puede dar lugar a cambios conductuales que pueden tener una repercusión negativa en la vida de la persona.
En este artículo conocerás cómo interactúan las drogas en el cerebro y sus efectos adversos.
¿Qué son las adicciones?
La adicción está considerada como una enfermedad crónica que tiene lugar en el cerebro y en la que las personas que la padecen tratan de buscar compulsivamente el consumo de sustancias estupefacientes, sin importar las consecuencias negativas que tienen para el organismo.
Las adicciones pueden darse con y sin sustancia. En este artículo nos centraremos en las adicciones a sustancias estupefacientes.
Las drogas tienen un peligroso potencial adictivo que es el causante de fenómenos tales como la tolerancia, la dependencia o la abstinencia.
La tolerancia se le denomina a la situación en la que la persona necesita administrar dosis cada vez más altas de sustancia, ya que sus receptores neuronales se vuelven insensibles a medida que pasa el tiempo a las dosis iniciales de droga. Por tanto, la persona consume en mayor cantidad para obtener el efecto de placer que experimentó las primeras veces.
La dependencia es el fenómeno que se da cuando la persona necesita de la droga para poder estar física y psicológicamente bien. Cuando la persona suspende su consumo se da lo que se conoce como síndrome de abstinencia. Este estado forma parte del proceso de desintoxicación, en el cual la persona experimentará una sintomatología desagradable que es la que en la mayoría de los casos provoca que haya una recaída.
Clasificación de las drogas
Las drogas tienden a agruparse en tres categorías:
- Drogas depresoras del Sistema Nervioso Central: disminuyen o inhiben el funcionamiento del SNC, produciendo sensaciones de relación, bienestar, apatía, sedación… En este grupo estarían: el alcohol, las benzodiacepinas y los opiáceos.
- Drogas estimulantes del Sistema Nervioso Central: activan el funcionamiento del SNC, produciendo sensación de euforia y aumentando el nivel de alerta a la vez que disminuye la sensación de fatiga. En este grupo se incluirían: la cocaína, la nicotina y las anfetaminas.
- Drogas perturbadoras del Sistema Nervioso Central: alteran el funcionamiento del SNC, dando lugar a una distorsión en la percepción. En este grupo se incluyen: el cannabis, el LSD y el MDMA.
El proceso de adicción
El proceso por el cual una persona se vuelve adicta pasa por una serie de etapas hasta llegar a consolidar la conducta adictiva. En el primer momento, la persona experimenta sensaciones agradables, permitiendo que se refuerce la conducta, pero más adelante empieza a producirse el fenómeno de habituación, y el consumo se basa en intentar conseguir los efectos iniciales.
Veamos a continuación las fases que consolidan la adicción:
Iniciación
Al principio las experiencias asociadas a la droga son en su mayoría gratificantes, liberándose una gran cantidad de dopamina, la cual se encarga de que se vuelva a repetir esa conducta. En esta fase las personas se sienten embriagadas, ya que se activa el sistema de recompensa cerebral y su principal motivo para volver a consumir es la satisfacción que les genera.
Mantenimiento
En esta fase ya se ha consolidado el consumo, pero la gratificación inicial ahora se convierte en una necesidad. Se producen modificaciones en el cerebro que van a dar lugar a nuevas asociaciones relacionadas con la droga.
Interrupción
Cuando ya se ha modificado la estructura cerebral se produce un fenómeno reconocido, la tolerancia. La persona necesita administrarse dosis cada vez más elevadas de droga para conseguir los efectos iniciales. Y si no se consume la sustancia, se produce el síndrome de abstinencia.
Los efectos de las drogas en el cerebro
Las drogas tienen la capacidad de activar el sistema de recompensa, de refuerzo o de placer. Esta área del cerebro es la causante de las sensaciones placenteras y de lo que se conoce como refuerzo positivo, es decir, aumenta la probabilidad de que se repita una conducta.
También actúan sobre neurotransmisores, afectando a la conducta y del estado de ánimo. Cada droga tiene una afectación diferente, pero todas comparten una serie de cambios en el cerebro.
Exceso de excitación en el síndrome de abstinencia
Cuando la persona está atravesando el síndrome de abstinencia, las neuronas tienden a un estado de hiperexcitabilidad como consecuencia de la constante estimulación que recibía. Este nuevo estado hace que se produzca la constante búsqueda de la sustancia, o lo que se denomina craving.
Al haberse modificado la estructura cerebral, cualquier estímulo que se haya relacionado anteriormente con la droga será percibido saltando las alarmas en el cerebro y produciendo el craving. Este condicionamiento explica que las personas cuando están en desintoxicación no puedan acceder a los sitios donde consumían o se les aconseja no frecuentar con las personas que lo hacían, pues podría favorecer las recaídas.
Muerte neuronal
El consumo crónico de sustancias estupefacientes provoca cambios irreversibles en el cerebro. Una de las consecuencias más dañinas es la pérdida de neuronas en mayor cantidad de la normal.
Desregulación de los niveles de neurotransmisores
Al consumir sustancias, se producen diferentes conexiones neuronales que influyen en la conducta de la persona. En el caso de los neurotransmisores, la mayoría tiene una función diferente, siendo la dopamina por ejemplo la encargada de las sensaciones placenteras, del sueño, el estado de ánimo… Cuando se consumen habitualmente drogas, el cerebro se habitúa a tener niveles elevados de dopamina y, por tanto, cuando no consume drogas, los niveles de dopamina caen en picado. Esto produce una desregulación de los niveles de dopamina que genera síntomas como depresión, fatiga, ansiedad, cansancio…