Cómo detectar un trastorno fonológico en edad preescolar

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Durante los primeros años de vida, el lenguaje se convierte en una de las herramientas más significativas para el desarrollo cognitivo, emocional y social del niño/a. Cuando surgen dificultades en la adquisición de los sonidos del habla, es fundamental actuar de forma temprana. Detectar un trastorno fonológico en edad preescolar puede marcar la diferencia entre una intervención exitosa y un problema que se cronifica y afecta el rendimiento escolar y las relaciones sociales.

Según datos de la Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología (AELFA), entre el 8% y el 11% de los/as niños/as en edad preescolar presentan alteraciones en el desarrollo del habla, y una parte importante corresponde a trastornos fonológicos.

¿Qué es un trastorno fonológico?

Un trastorno fonológico es una alteración del desarrollo del lenguaje que afecta la correcta producción de los sonidos del habla, es decir, los fonemas. Los/as niños/as con este trastorno tienen dificultades para organizar los sonidos en palabras, aunque no exista una causa orgánica o estructural evidente (como sordera o malformaciones).

Diferencias con otros trastornos del habla

Es importante distinguirlo de otros problemas como:

  • Trastorno articulatorio: el/la niño/a sabe qué decir, pero tiene dificultad en la ejecución motora (por ejemplo, no puede pronunciar bien la “r”).
  • Dislalia evolutiva: errores normales en niños/as pequeños/as que desaparecen con la maduración.
  • Apraxia del habla: un trastorno neurológico que afecta la planificación motora del habla.

El trastorno fonológico en edad preescolar suele implicar patrones de errores consistentes y sistemáticos que afectan la inteligibilidad del lenguaje.

Signos y síntomas del trastorno fonológico en edad preescolar

Detectar a tiempo este tipo de alteración requiere observar ciertos indicadores en la comunicación del niño/as. A continuación, detallamos los más comunes.

Omisiones de sonidos

El/la niño/a omite sonidos en palabras, por ejemplo:

  • Dice “ato” en lugar de “gato”.
  • O “eléfono” en lugar de “teléfono”.

Sustituciones de fonemas

Sustituye unos sonidos por otros más simples:

  • Cambia la “r” por la “l” (“lopa” en lugar de “ropa”).
  • Sustituye la “s” por “t” o “d”.

Distorsiones fonéticas

Aunque intenta pronunciar bien, suena “raro” o impreciso. Suele observarse en niños/as que intentan emitir sonidos complejos pero los producen de forma incorrecta.

Reducción de grupos consonánticos

Evita pronunciar combinaciones como “br”, “pl”, “tr”, etc.

  • Por ejemplo, dice “ota” en lugar de “brota”.

Baja inteligibilidad

A partir de los 3 años, la mayoría de los adultos ajenos al entorno del niño deberían entender al menos el 75% de lo que dice. Si esto no ocurre, es un signo de alarma.

Frustración comunicativa

El/la niño/a puede mostrar irritabilidad, retraimiento o dificultades sociales por no sentirse comprendido.

Causas del trastorno fonológico

Aunque no siempre se identifica una causa única, existen factores que pueden influir en la aparición del trastorno:

  • Factores hereditarios: antecedentes familiares de trastornos del habla o lenguaje.
  • Retrasos en el desarrollo del lenguaje.
  • Déficit auditivo no detectado.
  • Ambiente pobre en estímulos lingüísticos.
  • Problemas en el procesamiento fonológico.

En la mayoría de los casos, el origen es multifactorial y requiere una evaluación profesional detallada.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

El diagnóstico de un trastorno fonológico en edad preescolar debe ser realizado por un/a profesional cualificado/a, generalmente un/a logopeda/a o un/a psicólogo/a especializado/a en desarrollo infantil. El proceso suele incluir:

Evaluación del habla y lenguaje

Se analiza:

  • El repertorio de fonemas del niño/a.
  • La inteligibilidad del habla.
  • La presencia de errores sistemáticos.
  • La capacidad para imitar y discriminar sonidos.

Evaluación auditiva

Es fundamental descartar pérdidas auditivas que puedan explicar los errores en la producción fonológica.

Evaluación cognitiva y del desarrollo

Se consideran otras áreas del desarrollo para descartar trastornos más amplios o comorbilidades.

¿Qué hacer si se sospecha de un trastorno fonológico?

Si se detectan signos de alerta, es esencial consultar con un/a profesional lo antes posible. La intervención temprana es clave para prevenir dificultades futuras en:

  • La lectoescritura.
  • El rendimiento escolar.
  • La autoestima del niño/a.

Una evaluación precoz permite iniciar un plan de intervención individualizado.

Tratamiento y estrategias de intervención

El tratamiento de un trastorno fonológico en edad preescolar se basa principalmente en la terapia del habla y el lenguaje. Esta intervención puede incluir:

Terapia fonológica individual

  • Discriminación auditiva de fonemas.
  • Producción gradual de los sonidos afectados.
  • Generalización de sonidos en palabras, frases y conversación.

Apoyo familiar

Es fundamental que padres, madres y cuidadores/as participen en el proceso terapéutico. Algunas estrategias recomendadas son:

  • Repetir correctamente las palabras que el/la niño/a dice mal, sin reñir ni corregir de forma negativa.
  • Leer cuentos enfatizando los sonidos.
  • Jugar con rimas, canciones y trabalenguas.

Coordinación con la escuela infantil

El entorno educativo debe ser informado para adaptar la comunicación con el/la niño/a y reforzar los aprendizajes en el aula.

¿Qué ocurre si no se interviene a tiempo?

La no detección o intervención de un trastorno fonológico en edad preescolar puede tener consecuencias importantes:

  • Dificultades en el aprendizaje de la lectura y escritura, especialmente en la conciencia fonológica.
  • Problemas de autoestima, por sentirse “distinto” o no comprendido.
  • Trastornos de conducta secundarios.
  • Rechazo social o aislamiento.

Por ello, la intervención temprana no solo mejora el lenguaje, sino que también favorece el desarrollo emocional y social del niño/a.

Ejemplo práctico: caso clínico

Marcos, de 4 años, llega a consulta porque su maestra refiere que “no se le entiende al hablar”. En la evaluación se observan omisiones y sustituciones de varios fonemas, especialmente “s”, “r” y “l”. Sus padres indican que en casa se comunican con él, pero familiares externos no lo entienden bien.

Se inicia terapia fonológica, y en tres meses se logra una mejora en la producción del sonido “s”. Se refuerzan actividades lúdicas en casa y en la escuela. A los seis meses, Marcos ya presenta una inteligibilidad del 80%. Este caso refleja cómo la intervención temprana mejora significativamente el pronóstico.

Detectar un trastorno fonológico en edad preescolar es una tarea que requiere observación atenta, conocimiento profesional y colaboración entre familia, escuela y especialistas. Cuanto antes se actúe, mayores serán las posibilidades de lograr una comunicación funcional y un desarrollo emocional equilibrado.

El lenguaje es la base de nuestra forma de relacionarnos con el mundo. No dejemos pasar las señales que nos indican que algo no va bien: actuar a tiempo marca la diferencia.

En Psicomagister ofrecemos formación específica en Evaluación e Intervención Logopédica en Trastornos del Lenguaje Infantil. Aprende a detectar, valorar e intervenir en casos como el trastorno fonológico desde un enfoque práctico y actualizado.