El papel del sexólogo en el contexto sanitario: más allá de la terapia de pareja
Psicomagister
Psicología Clínica
Tabla de contenidos
Tradicionalmente, la figura del sexólogo ha estado asociada a la terapia de pareja y la resolución de disfunciones sexuales. Sin embargo, en la actualidad, el sexólogo en el contexto sanitario desempeña un papel mucho más amplio y transversal. Desde la prevención y promoción de la salud sexual hasta la intervención clínica en situaciones complejas, el profesional de la sexología se ha consolidado como un agente clave dentro del equipo multidisciplinar de salud. Este artículo profundiza en sus funciones, ámbitos de actuación y competencias, con el fin de visibilizar su impacto más allá del marco terapéutico tradicional.

¿Qué es la sexología sanitaria?
La sexología sanitaria se refiere a la integración de los conocimientos sexológicos en el ámbito clínico y asistencial. Implica tanto la atención a los aspectos sexuales de la salud física y mental, como la capacidad para intervenir de manera profesional en situaciones donde la sexualidad se ve afectada por factores médicos, psicológicos o sociales.
Esta disciplina reconoce que la salud sexual es un componente esencial del bienestar general, y que los problemas relacionados con la sexualidad deben abordarse desde un enfoque biopsicosocial.
Funciones del sexólogo en el ámbito sanitario

Educación sexual basada en evidencia
Uno de los pilares fundamentales del sexólogo en entornos sanitarios es la educación sexual integral, dirigida tanto a la población general como a pacientes con necesidades específicas. Esta tarea incluye:
- Información sobre anatomía y fisiología sexual.
- Prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS).
- Asesoramiento sobre métodos anticonceptivos.
- Promoción de relaciones sexuales saludables y consentidas.
Evaluación clínica de dificultades sexuales
La evaluación sexológica permite al profesional identificar disfunciones sexuales (deseo sexual hipoactivo, anorgasmia, dispareunia, disfunción eréctil, entre otras), así como dificultades más complejas derivadas de:
- Tratamientos médicos invasivos (quimioterapia, cirugía, etc.).
- Enfermedades crónicas (diabetes, fibromialgia, esclerosis múltiple).
- Trastornos del estado de ánimo.
- Efectos secundarios de psicofármacos.
Intervención individual y en pareja
Aunque la terapia de pareja forma parte del trabajo sexológico, no se limita a ella. El sexólogo puede intervenir de manera individual con pacientes que:
- Presentan dificultades con la autoimagen corporal tras un proceso oncológico.
- Han sufrido violencia sexual o abuso.
- Experimentan dolor genital sin causa orgánica clara.
- Necesitan reconstruir su sexualidad tras una experiencia traumática.
Acompañamiento en procesos de identidad y orientación sexual
La consulta sexológica es también un espacio seguro para la exploración y acompañamiento en procesos de diversidad sexual y de género. El sexólogo trabaja de forma coordinada con otros profesionales (psicólogos clínicos, psiquiatras, endocrinos, etc.) en:
- Procesos de tránsito de personas trans y no binarias.
- Apoyo en situaciones de discriminación o violencia.
- Acompañamiento a familias y parejas diversas.
Ámbitos donde trabaja un sexólogo en el sistema sanitario

Atención primaria
En centros de salud, los sexólogos pueden trabajar en coordinación con médicos de familia, matronas y personal de enfermería, para resolver consultas relacionadas con:
- Dolor sexual.
- Dudas sobre orientación o identidad.
- Salud sexual en la menopausia.
- Sexualidad durante el embarazo o el posparto.
Hospitales y unidades especializadas
En hospitales, su trabajo se orienta a pacientes con necesidades complejas, como:
- Pacientes oncológicos (cáncer de mama, próstata, ginecológico).
- Personas con discapacidad física o intelectual.
- Unidades de reproducción asistida.
- Personas que han sufrido trauma genital o mutilación genital femenina (MGF).
Salud mental
El sexólogo trabaja junto a psiquiatras, psicólogos y terapeutas ocupacionales en:
- Trastornos depresivos y sexuales comórbidos.
- Adicciones sexuales o hipersexualidad.
- Sexualidad en personas con trastornos del espectro psicótico.
- Psicoterapia sexual integradora.
Competencias profesionales del sexólogo clínico
Para ejercer en el contexto sanitario, el sexólogo debe tener formación sólida en:
- Psicología clínica, medicina o trabajo social (según país o región).
- Máster o posgrado específico en sexología.
- Conocimiento de la sexualidad humana desde una perspectiva interdisciplinar.
- Capacidades comunicativas y actitud no patologizante.
- Dominio de técnicas psicoterapéuticas (terapias de tercera generación, terapia cognitivo-conductual, etc.).
Además, debe mantenerse actualizado sobre protocolos médicos, legislación sanitaria, perspectiva de género y derechos sexuales.
¿Por qué es crucial su presencia en el sistema de salud?

Enfoque biopsicosocial integral
La presencia del sexólogo en los equipos sanitarios garantiza un enfoque más completo y humanizado, especialmente en pacientes que viven con dolor, malestar emocional o conflictos relacionales ligados a la sexualidad.
Prevención y promoción de la salud
Muchos trastornos sexuales pueden evitarse si se abordan de forma temprana. El sexólogo contribuye a la prevención primaria y secundaria, mediante:
- Campañas informativas en adolescentes y personas mayores.
- Programas educativos sobre salud sexual y afectiva.
- Intervención precoz en disfunciones o insatisfacción sexual.
Reducción del estigma
Hablar de sexualidad sigue siendo un tabú en muchas culturas y contextos. El sexólogo actúa como puente de comunicación, validando experiencias y normalizando una parte esencial de la salud y la vida humana.
Ejemplos reales de actuación sexológica
- Caso 1: paciente con cáncer de cuello de útero: intervención para recuperar la confianza corporal y redefinir el placer tras una histerectomía.
- Caso 2: varón con esclerosis múltiple: trabajo sobre disfunción eréctil derivada de factores neurológicos y fármacos.
- Caso 3: adolescente trans: acompañamiento durante el tránsito y educación afectiva en el entorno escolar y familiar.
Estos ejemplos muestran que el impacto del sexólogo va mucho más allá de la pareja, extendiéndose a dimensiones médicas, psicológicas, sociales y educativas.
La figura del sexólogo en el contexto sanitario es cada vez más relevante. Su labor no se reduce a la intervención en disfunciones sexuales, sino que se expande a la educación, la prevención, el acompañamiento en diversidad y la integración de la salud sexual en todo proceso clínico. Contar con profesionales capacitados en sexología dentro del sistema sanitario es una garantía de calidad, equidad y atención centrada en la persona.
¿Te interesa profundizar en la intervención sexológica desde una perspectiva profesional y actualizada?
En Psicomagister ofrecemos formación 100% online diseñada para especializarte en sexología clínica y salud sexual. Aprende a intervenir con rigor, empatía y enfoque biopsicosocial.
