Función del logopeda en el tratamiento de la disfagia

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El abordaje de la disfagia implica una evaluación multidisciplinaria para identificar la causa subyacente y diseñar un plan de tratamiento. La colaboración entre profesionales de la salud, como logopedas, médicos y terapeutas ocupacionales, es fundamental para mejorar la seguridad y la calidad de vida de los/as pacientes con disfagia. En este artículo, nos centraremos en el rol del logopeda en el tratamiento de la disfagia. 

¿Cómo se manifiesta la disfagia?

La disfagia es un término médico que se refiere a la dificultad para tragar alimentos o líquidos. Puede manifestarse como una sensación de obstrucción o dificultad para pasar los alimentos desde la boca hasta el esófago y el estómago. La disfagia puede ser causada por una variedad de condiciones médicas, incluyendo trastornos neurológicos, enfermedades del esófago, obstrucciones físicas en la garganta o problemas musculares que afectan la deglución. Dependiendo de la causa subyacente, el tratamiento puede incluir terapia del habla, cambios en la dieta, medicamentos o procedimientos médicos. Es importante abordar la disfagia adecuadamente para prevenir complicaciones como la desnutrición, la aspiración pulmonar o la neumonía.

Competencias del logopeda en el tratamiento de la disfagia

El/la logopeda, también conocido/a como terapeuta del habla y lenguaje, juega un papel crucial en el tratamiento de la disfagia. Su función se centra en evaluar, diagnosticar y tratar los problemas de deglución y comunicación asociados con la disfagia. Algunas de las funciones específicas del logopeda en el tratamiento de la disfagia incluyen:

  • Evaluación inicial. El/la logopeda realiza una evaluación detallada de la función de deglución del paciente, identificando posibles dificultades y determinando la causa subyacente de la disfagia.
  • Desarrollo de un plan de tratamiento. Basándose en la evaluación inicial, el/la logopeda desarrolla un plan de tratamiento individualizado que puede incluir ejercicios de rehabilitación, modificaciones en la postura y la alimentación, y estrategias para mejorar la seguridad y eficacia de la deglución.
  • Terapia de deglución. El/la logopeda trabaja con el paciente para mejorar la coordinación y fuerza de los músculos utilizados en la deglución, utilizando ejercicios específicos y técnicas de reeducación.
  • Modificación de la dieta. El/la logopeda puede recomendar modificaciones en la textura de los alimentos y líquidos para facilitar la deglución y reducir el riesgo de aspiración.
  • Educación del paciente y cuidadores/as. El/la logopeda proporciona información y entrenamiento a los/as pacientes y sus cuidadores sobre cómo mejorar la seguridad durante la alimentación y minimizar el riesgo de complicaciones asociadas con la disfagia.
  • Seguimiento y ajuste del tratamiento. El/la logopeda monitorea el progreso del paciente a lo largo del tiempo y ajusta el plan de tratamiento según sea necesario para garantizar resultados óptimos.

En resumen, el/la logopeda desempeña un papel integral en el tratamiento interdisciplinario de la disfagia, trabajando en estrecha colaboración con otros profesionales de la salud, como médicos, nutricionistas y terapeutas ocupacionales, para mejorar la calidad de vida y la seguridad alimentaria de los pacientes.

Ejercicios de rehabilitación para la disfagia

Los ejercicios de rehabilitación para la disfagia pueden variar según la causa subyacente y las necesidades individuales del/a paciente. Es importante que estos ejercicios sean prescritos y supervisados por un/a profesional de la salud, como un/a logopeda o un/a terapeuta ocupacional especializado/a en disfagia. A continuación, te ofrecemos algunos ejemplos de ejercicios comunes utilizados en la rehabilitación de la disfagia:

Ejercicios de fortalecimiento muscular

  • Ejercicios de elevación de la lengua. Presionar la lengua contra el paladar y mantenerla en esa posición durante unos segundos antes de relajarla. Repetir varias veces.
  • Ejercicios de deglución resistida. Colocar la lengua en diferentes posiciones dentro de la boca y tratar de tragar mientras se ofrece resistencia con la mano.
  • Ejercicios de tragar saliva. Tratar de tragar saliva con la boca abierta y cerrada, practicando diferentes volúmenes de líquido.

Ejercicios de coordinación y control

  • Ejercicios de masticación. Masticar alimentos de diferentes texturas para mejorar la coordinación de la mandíbula y la lengua.
  • Ejercicios de movimientos de la cabeza y el cuello. Realizar movimientos suaves de inclinación y rotación del cuello para mejorar la coordinación durante la deglución.
  • Ejercicios de respiración. Practicar técnicas de respiración adecuadas para controlar la aspiración durante la deglución.

Modificaciones en la postura y la alimentación

  • Sentarse en una posición erguida durante las comidas para facilitar la deglución.
  • Inclinar la cabeza ligeramente hacia adelante al tragar para reducir el riesgo de aspiración.
  • Tomar sorbos pequeños de líquido y masticar lentamente los alimentos para mejorar la coordinación y el control durante la deglución.

Es fundamental que estos ejercicios sean adaptados a las necesidades específicas de cada paciente y que se realicen bajo la supervisión de un/a profesional de la logopedia cualificado/a. Además, es importante recordar que los ejercicios de rehabilitación deben complementarse con otras estrategias de tratamiento, como modificaciones en la dieta y técnicas de alimentación segura, para obtener los mejores resultados en el manejo de la disfagia.